jueves, agosto 18, 2005


Buen Servicio = Buen Negocio

Al día de hoy lo llamaré el día de los servicios. Todo parte con una conversación con un señor de al menos unos 60 años de edad, con un buen cargo a nivel nacional en una institución del estado, quien me contó una historia respecto al servicio que le entregó el hotel donde alojaba.

“Una inversión gigante, quedé muy fascinado con la construcción, con la arquitectura de éste. Sin embargo entro al baño y me encuentro con el papel higiénico más barato del mercado, luego me atienden para el desayuno y se demoran media hora en traerme un café (en bolsita de esos instantáneos), otra media hora en traer el agua y otra más con las tostadas y así mismo otra con la margarina y mermelada”.

La conclusión de esta historia, es que el tipo hizo una enorme inversión en infraestructura, pero pierde todo por el mal servicio.

El tema me quedó dando vueltas y conversé con una compañera de trabajo al respecto, así ella me cuenta una historia inversa, llega a unas cabañas donde habían piscinas con aguas temperadas, sin embargo a la hora que llegaba, estas ya se encontraban cerradas, así y todo el solo hecho de mencionar el tema de las piscinas estas fueron abiertas para ella y su pareja.

La conclusión de la historia fue, que ella volvería siempre a ese lugar.

Para darle cariz de trilogía (que tan de moda están en los últimos años), hoy me subo a un colectivo, donde uno realmente no espera mucho, sin embargo había un señor que saludó amablemente, pero no obstante a mi juicio me cobró más de lo que correspondía (estaba cansado, no reclame como acostumbro), 2 minutos después el chofer con corbata incluida me pasa una revista, así como lo hizo con restantes pasajeros y dice “para hacer más ameno su viaje”.

Miró la revista y esta era institucional y correspondía a 3 líneas de colectivos de la ciudad.

Conclusión, me olvide de los 50 pesos de más, era lo menos que podía pagar por el servicio y la revista que además me la regalaron.

De verdad una excelente iniciativa. Además felicito a los creadores de ésta por la visión y las ansias de emprender, en particular a mi colega periodista que trabaja en ella, por creer en un proyecto de estas características.

sábado, agosto 13, 2005

Por qué siempre tengo la razón


Siempre me han tachado de que “no me gusta perder”, que “Siempre quiero tener la razón”, de “Jalisco” y cuanto apelativo más pueda existir para referirse a una persona que gusta de la discusión.

En realidad, siempre me ha importado poco, lo que piense o diga la gente de mi, sin embargo esta situación, me llevó a la reflexión ¿seré realmente conflictivo?. Finalmente, pensé que NO, sin embargo, me quedó dando vueltas el porque de esa percepción de algunos personajes, más bien la mayoría de la gente.

En ese transcurso me di cuenta que aun existen algunos vestigios de la dictadura “mental” militar que vivió Chile. Nuestros padres, vivieron la censura plena y por ende no se les permitía ser opinantes, luego el temor y la caza de brujas que se dio con aquellos que demostraban algún rasgo de ideas contrarias, terminó generando la autocensura.

Más adelante la vida política de nuestro país nos llevó a un punto incluso más preocupante, por razones de estado ahora siempre había que llegar a un consenso, nuevamente destruimos el debate. ¡No podías discutir o se enojaban los milicos! Como nos asustamos con el boinazo.

De esa forma nuestros TAITAS, no tuvieron la oportunidad de criarnos en la vida del debate, donde se exponen ideas y otro contrargumenta las veces que sea necesario, hasta llegar a un punto final, el cual no necesariamente debe ser un consenso.

Como no aprendimos, por que nadie nos enseñó, hoy nos parece extraño e incluso reprochable que alguien sea capaza de discutir, de defender su punto de vista. Espero que mis hijos, ya no tengan la autoncesura, ni la censura de sus pares, espero que sean capaces de discutir, debatir. Más aun, creo que debieras incentivar esa conducta, dado que el intercambio de ideas siempre conlleva un aprendizaje.

domingo, agosto 07, 2005


SANTIAGO NO ES CHILE... NI LA MILESIMA PARTE

Hace poco postulé a un trabajo. Este era solicitado por una institución presente en todo el país, que requería un profesional en Santiago, la Gran Capital, para trabajar temáticas de nivel nacional.
Luego de largo tiempo de espera me enteré que no había quedado; el argumento era que necesitaban a alguien de Santiago, algo así como un ser superior.
Claro, es razonable cuando se piensa que se necesitaba alguien que maneje el medio: Pero de que me hablan, no se supone que necesitaban a alguien para nivel central, para ver las temáticas nacionales y no solamente de Santiago.
Es tan corta la forma de ver el mundo de algunas personas y eso es triste, pero es peor cuando esto se traslapa a una institución completa, por la cresta Santiago no es Chile y señores recuerden que esa ciudad está hecha principalmente por gente de provincia.

¿De cuándo que los Santiaguinos en desmedro de la gente de provincia son super héroes?
Estoy molesto… y no es porque no me hayan dado el trabajo, sino por la razón que emplearon para hacerlo. Finalmente una apuesta, quien reciba el puesto será mujer y de la Democracia Cristiana. Luego les cuento como resulto todo.