lunes, abril 03, 2006

Miti Miti


Texto al Margen

Una vez que tenía escrito esto, lo plantee en un par de reuniones con amigos… y me dijeron “machista”. La verdad que me sorprendí con tal aseveración, no obstante quiero dejar de manifiesto (aunque no me agrada dar explicaciones sobre intenciones ni interpretaciones, pero lo haré) que la intención de este texto apunta más bien a una visión oligárquica, que una de esas es mucho más criticada. El texto es lo siguiente:

De las tres definiciones que tiene la palabra paridad según lo plantea la Real Academia de la Lengua Española, de seguro la que tomó en cuenta la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, cuando se refirió a la fórmula que iba utilizar para el nombramiento de las autoridades fue “igualdad de las cosas entre sí”. En realidad la acepción más bien parece - tal como la denominación del chicle - miti miti, por que no le veo otro sentido.

Debo aclarar que creo que este gesto de la primera mujer presidenta de Chile, me parece solo un acto simbólico.

Antes de intentar profundizar quiero plantear algunas temáticas que me incomodan para el ordenamiento de mis ideas.

  • Al hablar de género no debiéramos involucrar a todas las tendencias sexuales y compartir esta paridad.
  • ¿En realidad contribuye este gesto en algo a la igualdad? Es decir por que existen 20 mujeres más con trabajo apostamos a la equidad. No es un poco superficial.
  • Me imagino que existen un trabajo mucho más profundo para el tema a través del Sernam y todas estas metas de género que deben desarrollar las instituciones, pero claro mucho menos mediático.

Entrando de lleno… mi idea es la relación existente con la discriminación positiva y la paridad y por otro lado, se privilegia la igualdad a las capacidades.

La discriminación positiva se define como protección de carácter extraordinario que se da a un grupo históricamente discriminado, especialmente por razón de sexo, raza, lengua o religión, para lograr su plena integración social. Bajo está definición ¿acaso no se comienza un proceso inverso que necesariamente discrimina a otros?

Y por otro lado, el hecho de hablar de paridad - es decir la misma cantidad de cargos para hombres como para mujeres - no va en desmedro de los “seres humanos” más capaces. Que pasa si en realidad el número de personas capaces (más bien los más capaces para hacerse cargo de un tema) de un mismo sexo alcanza una amplia mayoría para un gobierno, estos serán discriminados simplemente por que los cargos deben ser divididos en hombres y mujeres, lo que necesariamente apunta a la mediocricidad.

Si hay más mujeres capaces, que sean ellas el mayor porcentaje, pero me parece muy complejo, como proceso, que se impongan números o cuoteos para hombres y mujeres solo por esa razón –la de genero - y no en la medida de las capacidades y lo idóneo para cada cargo. Si pensamos que desde ya, existe un universo limitando para elegir los cargos por ser políticamente a fin con el gobierno de turno (es decir aunque el mejor esté en la derecha, jamás tendrá un puesto en un gobierno de la concertación), es un pecado limitarlo aun más.