¿Estamos preparados para tener más fondos para innovación?
ROYALTY O IMPUESTO ESPECÍFICO A LA MINERÍA
Chile cuenta (o contará) con un nuevo ingreso: El Impuesto Específico a la Minería o como decí
a constante y cómicamente un periodista antofagastino (el mal llamado royalty 2) y se ha debatido bastante sobre cuanta porción debe o no corresponder a las regiones mineras.
La lógica de esta discusión se basa en la eterna idea de que las regiones donde se saca el material, que por lo de más es donde quedan todos los vestigios de la minería principalmente un gran impacto ambiental, deben recibir mayor cantidad de recursos.
Al parecer para la Segunda Región este es un tema que no resiste mayor análisis. Asimismo bajo es misma lógica, Calama enfrenta muy a voz baja a Antofagasta bajo el mismo esquema: Gran parte de los recursos mineros son extraídos de Calama por ende los dineros e inversiones deben ir en su mayoría a esta comuna.
Otro ingrediente para este caldo es que afortunadamente estos recursos bajo los diversas lógicas de asignación están dirigidas a crear innovación, lo cual pareciera ser la única forma de lograr que un país consolide y haga sustentable en el tiempo su economía.
Una vez combinados ambos factores, nace la pregunta y ¿las regiones mineras, tienen las condiciones para utilizar estos recursos?. Esta interrogante no es el azar ni mucho menos despectiva, sino más bien el resultado de la poca innovación que existe en la actualidad en la zona, ya sea por las universidades, pymes y mineras.
Pareciera que ni siquiera los recursos históricamente presupuestados para innovación a través de diversos instrumentos de fomento productivo del estado son utilizados en su totalidad. Esperemos que los llamados a adjudicarse estos recursos –los del royalty- sean los suficientemente capaces para captar los dineros que serán puestos a través de fondos concursables.
