Si es que Michelle Bachelet es candidata a la
presidencia de Chile en las próximas elecciones, seguramente será electa y eso
al parecer a muchos de los líderes de La Concertación les acomoda más de lo
recomendable, pues lo asumen como un signo de actuar con el menor esfuerzo.
Mientras el Gobierno de Piñera y la Alianza como
tal, agonizan –particularmente en las encuestas- tras un pésimo re estreno a
cargo de Chile, La Concertación se ve mucho peor: estática, desaparecida e
impactada.
¿Será que el exceso de dependencia y confianza
en Bachelet los inmoviliza? Esperemos que eso cambie atendiendo la alta posibilidad
de que regrese un gobierno de la Concertación.
Hay quienes creemos que si Bachelet vuelve a
ser presidenta de la República quienes la rodean debieran cambiar y no solo de
actitud, sino de personas, es decir que no sean los mismo de antes los que
aparezcan como ministros, intendentes, seremis, directores y todos aquellos
cargos que son de designación.
Desestimo la larga fila de políticos que han
pululado durante años alrededor de los cargos de gobierno, puesto que es
evidente que han perdido absolutamente el rumbo de lo que debiera ser un
gobierno de centro izquierda, sino más bien son presos del poder y la imagen.